martes, 7 de julio de 2009

Redes Sociales: Siete días en la "política interactiva"



Pasaron siete días. Una semana de espera. Nos introducimos a las redes sociales en las que Sebastián Piñera y Eduardo Frei participan. En sus bandejas de entradas, muros, blogs y foros dimos nuestra opinión y preguntamos como ciudadanos y votantes, en definitiva, somos parte de sus públicos objetivos frente a sus candidaturas.



¿Cuál fue el resultado? No tuvimos respuesta. Interacción nula.

Gracias al efecto Obama, estos dos candidatos, y otros personajes políticos se han sumergido en este océano, pero al parecer, aún no nadan, sino que flotan.

Es importante reconocer la conquista del presidente norteamericano en este mundo. Fue capaz de recaudar fondos, votantes y atesoró una gran base de datos de 10 millones de seguidores. Y es que Obama siempre creyó en este poder. No sólo llevó a cabo su campaña en la Internet, sino que también profundizó el compromiso online. ¿Cómo? Muy simple. Invitando a los ciudadanos a comunicarse a través de la web y dar ideas para ofrecer nuevos contenidos, acciones que realiza hasta hoy desde su sillón presidencial.

Analizamos el panorama. No es tan difícil. Es utilizar la Internet. La misma que manejan nuestros hijos, hermanos, alumnos y niños.

No obstante, Piñera y Frei, o sus asesores, aún creen que comunicarse por Facebook, Twitter o sus blogs, es hacerlo a través de un periódico. No escuchan a sus electores, a los mismos que ya aceptaron “ser amigos”. Desaprovechan el tenerlos allí, frente a frente, limitándose a informar lo que harán cada día frente a la exigencia de contenidos de su público.

“Preparándonos para el partido” (de fútbol), “partiendo a la vii región”, “hoy iniciamos el camino para construir el país Bicentenario”. Estas son las frases recurrentes que inundan el Twitter de ambos candidatos. Pudimos notar que hubo un par de afortunados. Tuvieron esa respuesta que añoramos durante 7 días. ¡Qué dichosos!

Si bien, es indispensable que al pertenecer a una red social, debamos actualizarla constantemente para mantenerla viva, también lo es la forma en que se presenta el contenido. Por ejemplo, en Facebook no es un aporte encontrar las mismas noticias que leemos, escuchamos o vemos diariamente.

Los foros de debate y blog carecen de participación ciudadana. Se repite la historia. Monólogos y contenidos extensos con muy poca creatividad.

Observando el escenario general, los personajes políticos caen en esos errores. Marco Henríquez, otro que ostenta llegar a La Moneda, ha dejado entrever una pequeña diferencia. Sus electores pueden enviar ideas para sus afiches y videos de su campaña.

Hay esperanzas. Después de la espera de estos siete días de incomunicación, aún queda la ilusión de que estos candidatos (y los demás) aprendan a utilizar estas redes sociales y entiendan que son más que una moda. Sí, aún quedan meses de campaña, pero es muy poco tiempo para ver en Chile la política interactiva y el fenómeno que logró Barack Obama.