viernes, 16 de noviembre de 2007

Aquí no Hay Quién Viva


Hay días que me levanto con muy buen ánimo. Miro el cielo, y pienso que todo es lindo. Tomo desayuno tranquila y me fumo el primer cigarro del día. Quizás tóxico para algunos, pero para mi, es mi despertador, es parte de mi alimento.

Para llegar al paradero de transporte público, debo caminar dos cuadras. Dos cuadras bien fumadas, y fumando vuelvo a mirar el cielo.

Estoy en el paradero. Esperando el Transantiago o la micro, llamada antiguamente. Sigo fumando, mientras miro al final de la calle para ver si veo ese color verde. Esperanza para poder llegar a tiempo. (El Transantiago tiene ese color)

Ahi viene... Me subo. Piiip. El sonido de los validadores. Miro. Llena. Pensé, "hoy es un día lindo, que esto no me lo joda".

Comienza a moverse el "bicho" y me tengo que afirmar de algún lado. En cualquier parte que no sea de la chaqueta de alguien o del pelo de alguna señora.

Veo un fierro vacío. Esta es mi oportunidad. Voy llegando a la meta, y una joven gana. Se ganó el fierro. Pero el fierro es largo, pensé. Muy bien imaginado, el fierro es larguísimo, caben muchas manitas. Pero no. La joven del fierro se lo ganó. Ya es suyo. ¿Qué se cree? ¿Demi Moore? La miré enojada. Me miró y seguía abrazando el fierro. Sacando pica. Mejor lo olvido. Miré el cielo y recordé.

Traté de avanzar hacia atrás del "bicho". Llegué a un nuevo fierro. Más ocupado, pero alcanzaba para mi manita. El flujo de gente que se quería bajar y que subían por la puerta trasera, SIN PAGAR, me tenía apretada.

Seguía mirando el cielo por donde podía. Pensé en cosas placenteras. estaba concentrada.

- ¡Permiso!, me dice una señora.

Señora gorda, por lo demás. Me incliné hacia adelante, para que su volúmen alcanzara a pasar, y se bajara en su paradero. Pero no. La "gordona" se quedó allí. Justo atrás mío y yo seguí inclinada. La voluminosa no pasaba. Se quedó cómoda en mi sitio y más encima puso su manota en mi lugar del fierro. Suspiré. Miré el cielo.

Pasaron cinco minutos, bastante tiempo para que se me empezara a acalambrar la espalda, y la Señora Guatona recién se dignó a moverse. Sentí la espalda un poco húmeda. Claro, era ella. Sudaba como yegua.

Se bajó por fin, pensé. Una barrera menos en este viaje.

Al lado mío alguien se para. Ese asiento era mío. Miré al mi alrededor. No había anciano ni embarazadas. Hago el gesto típico para hacerlo y... empujón, con codazo incluido. Era ella. No piensen que la del Streptease y menos la Obesa, ésta ya se había bajado. Era la típica vieja de 45 años, russia, teñida, obvio. Regia y quizás hasta estirada. Y la pioja resucitada se sienta. ¿Cuál era mi indignación, sin pensar en el empujón? Ella, la que se cree cuica y toma Transantiago, se subió por detrás, sin pagar. Enrabiada pensaba en la injusticia. No quise pelear. Miré el cielo y me dije "no, este es un día feliz"

A pesar de mi automanejo, seguía enojada. El Piiip cuesta. Y ella se cree cuica.

Me estaba picando nuevamente y más encima sola.

Llegó al fin mi terminal. Me bajo. Y no miro al cielo. Miro hacia el suelo y veo mis zapatos marcados con los de Demi Moore, La Gorda y la que se cree Cuica (al peo).



7 comentarios:

Anónimo dijo...

toda una aventura eh.....afortunadamente no he tenido el placer de "disfrutar" este medio de transporte

Anónimo dijo...

Por fin escribiste!!!

Y eso que te falto el gueon caliente que se refriega en uno tratando de pasar piola.

Consuelo Pelayo dijo...

y sin contar los dias de calor, donde ir en micro es similar a estar en un "sauna" pero sin gratos aromas...

Anónimo dijo...

El Gran transantiago.....
que haría yo sin él?????
....sería la mujer más felíz.....

Anónimo dijo...

jajajaja
que weno que escribiste, ya echaba de menos una de tus historias!!

Que seria de nosotros sin transantiago? todo seria como antes, no habria una aventura en cada viaje!!!!

Ale

MIB dijo...

jaaja qué gracia!
Pero qué indignante es cuando te pasan estas cosas!!! Brota una impotencia tremenda!! y la pija se subió sin pagar?! y te arrebató el asiento??? nooooooooooo!!

excelente relato K.

un abrazo desde los madriles!! Desde el hostal el carmen recién pintado!

Unknown dijo...

el stress me mato asi que gracias a Dios adquiri mi palomo q me salvo
jajajajaja